Hoy en día, la inteligencia artificial es uno de los temas tecnológicos de avance más rápido, y ya la encontramos aplicada en varias áreas.
Por ejemplo: en el procesamiento de imágenes o videojuegos, robótica y, por supuesto, en programación.
GPT-3 de la empresa OpenAI es un modelo de lenguaje capaz de autocompletar textos o código de programación, simplemente dándole algunos comandos puede generar el código HTML y CSS necesario para cumplir la tarea propuesta: podemos pedirle que cree un sitio web con algunos botones, un título e imágenes, incluso puede generar artículos enteros sobre un tema específico.
Otro uso que se le puede dar a este tipo de tecnología es ayudar al crear un código en un lenguaje de programación. La IA, a través de un autocompletado, puede sugerir frases de código que se adapten a nuestros requisitos, así como solucionar errores de sintaxis y tipografía.
Una de las herramientas donde se puede probar el uso de GPT-3 hoy y verlo en funcionamiento es GitHub Copilot, desarrollado por GitHub y OpenAI, que está disponible como una extensión de Visual Studio Code. Su función es sugerir la autocompletación de líneas de código. Esta herramienta aún está en desarrollo y no es del 100%, pero demuestra las capacidades y el futuro de la inteligencia artificial centrada en la programación.
Este escenario donde la IA es capaz de programar plantea la pregunta de si el papel del programador será reemplazado por una máquina. A corto plazo, las tareas de programación más básicas se realizarán automáticamente, lo que afectará a programadores menos experimentados o en formación, ya que será más rápido y más barato utilizar herramientas como GPT-3. Sin embargo, estas tecnologías no son lo suficientemente poderosas como para reemplazar completamente a los humanos, por lo que los programadores experimentados siguen siendo indispensables y probablemente lo serán en el futuro.