Todos tenemos metas que constantemente se pierden entre tantas distracciones que enfrentamos en nuestra vida diaria, hasta el punto de que se vuelve realmente difícil concentrarnos en lograrlas. Profesional y personalmente, a veces nos dejamos llevar por el entorno ruidoso, y nuestra ruta no apunta directamente al destino que queremos. Como dijo una vez un filósofo griego: "Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito", esta frase destaca la importancia de nuestras acciones rutinarias y repetitivas como factores poderosos que definen nuestro carácter. Entonces, si queremos ser más efectivos, primero debemos entender que nuestros hábitos son los que nos llevan directamente a la efectividad o la falta de ella. Para convertirnos en seres sobrehumanos llenos de productividad, aquí tienes algunas recomendaciones del escritor Stephen Covey, pero esta vez aplicadas al entorno laboral:
1. SÉ PROACTIVO: ¿No puedes trabajar porque la oficina está ruidosa? En lugar de quejarte y decir que no puedes trabajar, busca la solución, ve a otro lugar y realiza tus actividades. No pierdas el tiempo culpando a eventos y circunstancias externas, toma el control de tu vida, concéntrate en las cosas que puedes hacer y asume tus responsabilidades.
2. COMIENZA CON EL FIN EN MENTE: Pregúntate a ti mismo: ¿a dónde quieres llegar? Ten una visión de tu futuro y alinea tus acciones para que se haga realidad. Por ejemplo, si eventualmente quieres convertirte en un desarrollador de software senior en una multinacional estadounidense, lo primero que debes hacer es averiguar qué conocimientos, habilidades y experiencia necesitas y luego determinar los pasos que te llevarán allí.
3. PON PRIMERO LO PRIMERO: Es hora de empezar a priorizar, ¿cuáles son las acciones que te acercan más a tus objetivos? Apuesta por ellas y deja en segundo plano las trivialidades que no te llevan a ninguna parte. La mejor manera de lograr esto es crear tu lista diaria de tareas donde te enfoques en las tareas más importantes y urgentes primero.
4. PIENSA EN GANAR-GANAR: Deja de lado la idea de que para que ganes, alguien más debe perder. A partir de ahora, en cualquier interacción comercial o laboral, debes asegurarte de que ambas partes sean ganadoras, siempre hay suficiente, y todos pueden obtener una porción buena y justa del pastel. Aplicar la mentalidad "ganar-ganar" te permite tener una vida laboral colaborativa y no competitiva, lo que a largo plazo genera grandes beneficios para el equipo y buenas relaciones positivas entre colegas.
5. BUSCA PRIMERO COMPRENDER, LUEGO SER COMPRENDIDO: Cuéntame algo, ¿escuchas o solo esperas a que los demás se callen para responder?... Si quieres ser efectivo, debes dejar de lado los obstáculos causados por la mala comunicación, para eso necesitas empezar a escuchar cuidadosamente a todos los involucrados y descubrir el origen de las situaciones críticas antes de precipitarte con soluciones.
6. SINERGIZA: En un equipo de trabajo, todos deben compartir el mismo objetivo, un sistema debe simpatizar, motivarse mutuamente y compartir ideas y soluciones. Es vital apostar por trabajadores diversos que estén dispuestos a trabajar juntos, las diferencias brindan la oportunidad de ofrecer ideas creativas basadas en experiencias previas. Recuerda, un equipo bien armado siempre llegará mucho más lejos que cualquier individuo.
7. AFILA LA SIERRA: en otras palabras, afina tus herramientas. Para tener mejores posiciones, debes mejorar tus conocimientos y habilidades en las áreas que necesitas. Asimismo, aunque suene repetitivo, recuerda que tu cuerpo es tu recurso más importante, si no duermes bien, es imposible concentrarte sin importar cuánto lo intentes. Ten un estilo de vida saludable y podrás trabajar por lo que quieres.
A PROPÓSITO, postergar hasta el último momento, ser impaciente mientras esperas los cambios propuestos, criticar constantemente y ser egoísta con la información que posee s son algunos de los hábitos más comunes e ineficaces en el trabajo. Para superarlos, concéntrate en hacer que las 7 prácticas descritas anteriormente formen parte de tu rutina diaria. Recuerda que lograr la interdependencia y la máxima productividad requiere un cambio en nuestras creencias arraigadas, pero podrás alcanzar tus metas, mejorar tu vida y alcanzar la verdadera felicidad.